14 marzo, 2009

Visión Nocturna




Night Vision
Visión nocturna
By day give thanks
De día da gracias
By night beware
De noche ten cuidado
Half the world in sweetness
Una mitad del mundo encantada
The other in fear
La otra atemorizada
When the darkness takes you
Cuando la oscuridad te lleve
With her hand across your face
Con su mano tapándote la cara
Don't give in too quickly
No cedas enseguida
Find the thing she's erased
Encuentra las cosas que ella ha borrado
Find the line, find the shape
Encuentra la línea, encuentra la forma
Through the grain
A través del grano
Find the outline, things will
Encuentra el contorno, las cosas
Tell you their name
Te dirán su nombre

The table. the guitar
La mesa. La guitarra
The empty glass
El vaso vacío

All will blend together when
Todas se entremezclarán cuando
Daylight has passed
La luz del día se vaya
Find the line, find the shape
Encuentra la línea, encuentra la forma
Through the grain
A través del grano
Find the outline, things will
Encuentra el contorno, las cosas
Tell you their name
Te dirán su nombre


Now I watch you falling into sleep
Ahora observo cómo te sumes en el sueño
Watch your fist curl against the sheet
Observo tu puño cerrarse alrededor de la sábana
Watch your lips fall open and your eyes dim
Observo tus labios abrirse y tus ojos apagarse
In blind faith
Con fe ciega

I would shelter you
Te protegería
Keep you in light
Te mantendría a la luz
But I can only teach you
Pero sólo puedo enseñarte
Night vision
Visión nocturna
Night vision
Visión nocturna
Night vision
Visión nocturna
Suzanne Vega


Esta es quizá mi canción favorita de Suzanne Vega. Todas sus canciones tienen una cualidad muy intimista y cercana, ya sea a través de lo trivial y cotidiano o de lo profundamente emotivo, trascendente y personal.

Las buenas canciones tienen un mensaje, un significado. Puede ser explícito, o metafórico, puede ser claro y conciso o estar apenas insinuado: un mensaje abierto que cada cual puede interpretar según su entendimiento.
Esta canción es quizá una de estas últimas. Dice muchas cosas, o más bien las expresa, porque todo lo aquí dicho está contado a medias, con retazos y pinceladas, con lo que uno podría sentir como fruto de una emoción mayor, el eco de un discurso profundo, oscuro y subterráneo.

Habla sobre la noche y la oscuridad que trae una vez se ha retirado la luminosidad del día. Ese manto que lo cubre todo, que oculta el mundo de nuestra vista, dejando una uniformidad oscura y anónima, indistinguible. Donde antes había seguridad y certeza, ahora hay incertidumbre y miedo. Habla de cómo en nuestra vida la luz, en su sentido más amplio, puede dar paso a la oscuridad.

También, y quizá de una manera personal, pues no es algo explícito, la canción me hace pensar en el sueño y en la oscuridad que nos trae cada noche, después de que el día se haya ido.
El sueño, el dormir, puede significar muchas cosas para el ser humano. Ese intervalo de inconsciencia, de no-ser, esa interrupción diaria en la continuidad de nuestra existencia y memoria. Para algunos puede ser una liberación, un descanso; una tregua para la avalancha de sensaciones del día, una huida temporal de recuerdos dolorosos.
Pero lo que sugiere esta canción son los sentimientos más oscuros y aprensivos que la noche y el sueño pueden despertar en nosotros.
¿Qué nos ocurre mientras dormimos? ¿Qué trae consigo esa interrupción de nuestra consciencia? ¿Seguimos siendo el mismo tras despertar, es la misma persona la que se acuesta que la que se levanta al día siguiente? ¿O algo se ha perdido, se ha quedado atrás tras esa travesía por la negrura?
No en vano Hipnos, el Sueño, era el hermano de la Muerte para los antiguos griegos, y bajo su morada discurría el río Leteo, cuyas aguas traen el olvido.
Pero esa pequeña muerte diaria, ese pequeño sorbo de olvido puede tener su faceta beneficiosa. ¿Acaso podríamos cargar con todos los recuerdos del día, con ese equipaje que se hace cada vez más grande y pesado? Olvidar los detalles de la jornada, lo repetible y trivial de lo cotidiano puede salvar nuestra memoria de una carga innecesaria, insoportable por su tamaño, inabarcable para la mente humana. Pero otro tipo de recuerdos pueden ser también un lastre intolerable, no por su tamaño o cantidad, sino por su intensidad, demasiado ardiente y poderosa para soportarla toda la vida. Si el sueño nos quita la carga de los recuerdos innecesarios, y a la vez lima y apaga la intensidad de aquellos recuerdos demasiado dolorosos o brillantes para vivir esclavo de su éxtasis toda la vida, puede ser una gran bendición. El hoy, el aquí y ahora no puede vivirse si el ayer insiste en permanecer presente con demasiada viveza.

Pero no son estos temores, sugeridos de una forma fóbica pero hermosamente humana, lo que más me gusta de esta canción, sino el mensaje de su último fragmento, el cual, más que al sueño o la oscuridad es aplicable a los oscuros pasajes del alma en su sentido más amplio.
Y es que existe una extensión de soledad ineludible a todo ser humano. Pues, no importa cuánta gente nos ame o desee ayudarnos o protegernos, cuando llegue un tiempo de dolor, miedo, oscuridad, tristeza o sufrimiento, una de esas oscuras noches del alma, nadie podrá vivir eso por nosotros, nadie podrá ponerse en nuestro lugar y evitarnos ese sufrir, ese suplicio, ese aprender a través del dolor. Tendremos que vivirlo nosotros mismos, en primera persona y en cierto modo, completamente solos y por nuestros propios medios.
Por eso, por mucho que amemos a alguien, que queramos evitarle sufrir durante una época de oscuridad; no podemos protegerle, evitarle ese pasaje. Sólo podemos hacer una cosa: enseñarle a sobrellevar el dolor y la pérdida, enseñarle a soportar la oscuridad y a esperar la llegada de la luz.
Sólo podemos enseñarle una cosa: a ver en la oscuridad, visión nocturna, night vision.
Suzanne Vega es una cantautora estadounidense. Aunque de dilatada carrera, en España fue mayormente (y quizá exclusivamente) conocida por su exitosa canción sobre el maltrato infantil "Luka".

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08 marzo, 2009

Arte contemporáneo

Aquí os dejo un vídeo extraido de un blog muy interesante, Reflexiones de Repronto. Cada entrada de este blog consiste en un ingenioso y profundo análisis sobre algún tema en particular, todos de naturaleza muy variada.
En este vídeo en particular "Arte contemporáneo", el narrador analiza los motivos y circunstancias que dieron lugar a la concepción actual del llamado "arte moderno". No tiene desperdicio.

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06 marzo, 2009

Hijos del vacío




A Vision

Una Visión
There is an hour at night full of an awesome wonder,
Hay una hora en la noche llena de una maravilla impresionante,
When universal silence o'er the whole world lies
Cuando el silencio universal descansa sobre el mundo entero
And when the cosmic chariot rolls, wakening no thunder,
Y cuando el carruaje cósmico rueda, sin levantar trueno alguno,
Into the sanctuary of the skies.
En el santuario de los cielos.

The dark of chaos comes, land, sky and water merging;
La oscuridad del caos llega, tierra, cielo y agua fundiéndose;
Sleep Atlas-like treads earth, its weight like lead;
El Sueño, como un Atlas, hoya la tierra, su peso como el plomo;
The gods with dreams prophetic fire the virgin
Los dioses prenden con sueños proféticos la virginal
Soul of the Muse; all else is dead.
Alma de la musa; todo lo demás está muerto.


As Is The Globe Embraced By Ocean
Igual Que El Globo Es Abrazado Por El Océano

As is the globe embraced by ocean, so
Igual que el globo es abrazado por el océano, así
Embraced is earthly life by dreams and fancies.
Abrazada es la vida terrenal por sueños y fantasías.
Night comes unsought, and at the shore's defences
La noche viene sin ser llamada, y contra las defensas de la orilla
The breakers strike blow after blow.
Las enormes olas descargan golpe tras golpe.

Their call is loud: they plead and onward urge us...
Su llamada es poderosa: nos imploran e instan a avanzar...
A magic boat waits in the harbour - we
Un barco mágico espera en el puerto - nosotros
Are by the tide borne off that round us surges
Somos arrastrados por la marea, aquella que nos rodea y empuja
Into the seas' infinity.
A la infinidad del mar.

From out the depths the sky stares, strange and boundless,
Desde las profundidades el cielo observa, extraño e infinito,
By blazing stars in all their glory lit,
A través de estrellas fulgurantes en toda su gloria iluminado,
And we sail on, the vastness all around us
Y seguimos navegando, la vastedad a nuestro alrededor
A fathomless and fiery pit.
Un foso insondable y llameante.


Silentium
Silentium
Speak not, lie hidden, and conceal
No hables, permanece escondido, y oculta
the way you dream, the things you feel.
la manera en que sueñas, las cosas que sientes.
Deep in your spirit let them rise
En lo profundo de tu espíritu deja que se alcen
akin to stars in crystal skies
semejantes a las estrellas en cielos cristalinos
that set before the night is blurred:
que se ocultan antes de que la noche se emborrone:
delight in them and speak no word.
deléitate en ellos y no digas palabra.
How can a heart expression find?
¿Cómo puede un corazón encontrar su expresión?
How should another know your mind?
¿Cómo podría otro conocer tu mente?
Will he discern what quickens you?
¿Apreciará él aquello que te inquieta?
A thought once uttered is untrue.
Un pensamiento una vez pronunciado es incierto.
Dimmed is the fountainhead when stirred:
Turbio queda el mantial cuando se remueve:
drink at the source and speak no word.
bebe de la fuente y no digas palabra.
Live in your inner self alone
Vive solo en tu yo interior
within your soul a world has grown,
dentro de tu alma un mundo ha crecido,
the magic of veiled thoughts that might
la magia de pensamientos velados que podrían
be blinded by the outer light,
ser cegados por la luz exterior,
drowned in the noise of day, unheard...
ahogados en el ruido del día, inadvertidos...
take in their song and speak no word.
únete a su canción y no digas palabra.

Fyodor Ivanovich Tyutchev


Se podría pensar del vacío que es aquello que queda tras la existencia de algo, una nada estéril, algo inerte e inmóvil que no da origen a nada.
Creo que es lo contrario. El vacío es en la misma o mayor medida, el preámbulo, el origen de las cosas, de la existencia en sus múltiples y diversas formas.

Al vacío de una habitación llegan los muebles.
Del silencio entre dos personas nace la conversación.
De la ausencia surge el retorno.

Si el vacío fuese un valor, un número, ¿cuál sería? ¿cuál le asociaríamos? Se podría pensar que el cero es la magnitud que le corresponde. Pero el cero es un valor nulo, estable, inmóvil, estéril. Una ausencia en un equilibrio perfecto, un valor contenido en sí mismo que no contiene nada.
Creo que el vacío es más bien un valor negativo, una magnitud por debajo del cero. Pues el vacío no contiene nada, pero podría contener muchas cosas. El vacío espera ser llenado, es potencialidad, espacio abierto para lo positivo, para que algo ocurra, venga o exista. Una matriz abierta, una posibilidad que no ha ocurrido, pero que está ahí, implícita, latente. Casi una fuerza motora que llama a las cosas a ser, que invoca a la existencia a su seno ¿Cómo algo que fuese un cero podría generar tantas cosas?

Del descanso de un día viene la actividad del siguiente.
De la incompletitud de un alma nace el amor.
De la soledad de una pareja nacen los hijos.

A veces, algo que no existe posee una fuerza motora mayor que aquello que ya es.

Un canal vacío, es capaz de atraer el agua del río. Uno ya lleno no crea corriente.
Una ciudad que no se ha construido mueve a colonos y arquitectos. Una que ya se ha levantado no inquieta a ninguno de ellos.
Un lienzo en blanco hace que un pintor cree, trace y mezcle colores durante horas y horas. Un cuadro pintado sólo puede observarse.

Igual que la nada mueve y moldea el mundo exterior, también lo hace en nuestro interior. Lo que conocemos y lo que no, lo que tenemos y de lo que carecemos, lo que hemos echo y lo que aún no hemos realizado.

De la ausencia de otras voces en nuestro interior surge nuestra identidad.
Del desconocimiento de otras perspectivas nace la subjetividad.
De la falta de empatía brota la intolerancia y el egoísmo.

¿Deseamos realizar lo mismo dos veces? Depende de lo lleno que haya quedado el vacío de nuestro deseo o el de nuestra inexperiencia.

Del desconocimiento surge la curiosidad.
De la falta de precedentes nace la maravilla.
Al vacío en los mapas acuden los exploradores.

Vacío y ser se delimitan y dan forma mutuamente. A veces, cuanto más conocemos, más somos conscientes de aquello que ignoramos, de lo que nos queda por aprender. Quizá por eso los que más saben son los que más quieren aprender, los que más han amado los que más desean amar... u odiar.

La tristeza es la ausencia dejada por la felicidad.
De la falta de correspondencia de un amor nace el despecho.

Dicen que los humanos somos seres imaginarios. No porque no seamos reales, sino porque somos capaces de imaginar, de pensar, de dar existencia en nuestra mente a cosas que no son, que no existen. Vemos, vivimos, en dos mundos: el que es y el que podría ser.

Lo que existe, o lo que conocemos, nos da ideas, principios, muestras de lo que podría ser. Pero sólo lo que no es (lo que no existe, lo que no conocemos, lo que no hemos hecho) tiene la posibilidad de existir, de realizarse, de ser llevado a cabo... en resumen, de despertar nuestro deseo, nuestro movimiento, la fuerza de nuestra voluntad, de prender la chispa divina de nuestro interior, pues esa llama, sólo prende en la Nada.

Si Cervantes hubiese descubierto que El Quijote ya estaba escrito, ¿hubiera empezado a escribirlo?
Si la gravedad ya hubiera sido nombrada, ¿Newton se hubiera molestado en darle nombre?

Nuestra mente, nuestras perspectivas, deseos y proyectos, son como una oscuridad estrellada.
Lo que conocemos o hemos echo, una luz en la negrura, un punto donde se rompe el vacío, donde se ilumina la oscuridad. Cada hecho o dato es una estrella; lo que queda por hacer o conocer es la nada, la oscuridad sin habitar o explorar.

Si el cielo está completamente poblado de estrellas, plagado de luces, no queda nada por iluminar. No hay oscuridad, no queda nada por hacer.
Si el cielo es completamente oscuro, está desierto y no lo habita ninguna estrella ¿cómo saber si hay cielo? ¿cómo distinguir si vemos la oscuridad o si simplemente estamos ciegos?

Aunque la oscuridad del cielo sea en principio infinita; sin estrellas que lo pueblen, que lo delimiten, éste es imposible de medir. Es como si no tuviera espacio o medida. Sin embargo, cada estrella que se enciende, que se une a la noche, aparte de ocupar un espacio, que ya no se podrá cubrir otra vez, delimita otra región de vacío, cartografía una nueva área de negrura. Gracias a esa nueva luz nos damos cuenta de que el cielo oscuro continúa, no acababa junto a la estrella de antes, si no que prosigue más allá, con más y más extensiones de vacío. Y ese vacío, aunque negro y hueco, está preñado de posibilidades, de respuestas a preguntas que quizá aún no se han formulado, de una nueva (pues aunque siempre estuvo allí hasta ahora no la habíamos contemplado) extensión de tercioperlo en la que seguir cosiendo estrellas.


Fyodor Ivanovich Tyutchev es uno de los grandes poetas rusos del siglo XIX.
Como otras veces, el hilo que lleva al ovillo es casual y remoto, pero infalible, pues es él y no otro el autor tras la letra de The Dull Flame of Desire de Björk.
Podéis leer más de sus poemas aquí.

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25 julio, 2008

Ver para creer, creer para ser


Batalla, de Tanith Lee

El caballero cabalgó durante millas a través del erial antes de encontrar al dragón que había venido a matar. Era una bestia enorme, negra como el carbón quemado. El momento en que le vió exaló una bocanada de fuego, ambos corrieron a la vez, rugiendo.

Debido quizás a las impenetrables escamas, el caballero fue incapaz de herirlo. También, debido a la armadura, excelente y resistente al fuego (había sido embadurnada con una poción mágica), tampoco pudo el dragón herir al hombre.

El sol se hundió. El cielo rojo se enfrió hasta el azul más oscuro y una luna se alzó como un espejo ciego y blanco.

Ambos luchadores se hicieron a un lado y se sentaron en el suelo. Aunque indemnes, cada uno de ellos estaba exausto.

Finalmente el caballero habló.. "Si puedes entenderme, te sugiero esto: Regresaré y les diré que te he matado."

El dragón, el cual de hecho comprendía el lenguaje humano, respondió en la misma lengua. "Yo también" dijo, "le contaré a los míos que te he matado, y devorado, ligeramente asado."

A continuación se tumbaron y durmieron hasta el amanecer.

Con las primeras luces el dragón se marchó al vuelo. El caballero se marchó al galope. Ambos contaron sus historias de victoria con pesadumbre en el corazón, pero ambos fueron creídos. Cuando, a partir de entonces, la humanidad divisó columnas de humo y fuego en el erial, lo achacaron a los volcanes. En el mundo de los dragones, los indicios de ciudades y pueblos humanos fueron explicados como madrigueras de enormes ratas, u hormigueros gigantes. Los enfrentamientos siguieron teniendo lugar ocasionalmente, encontrándose los participantes generalmente por accidente. Pero el desenlace era siempre el mismo. Cada uno desistía, huía, mentía.

Por lo que sabemos, semejante batalla entre hombre y dragón podría haber ocurrido de nuevo justo ayer - porque ¿quién, ahora, cree en dragones? O, entre los dragones, ¿quién cree ahora en los hombres?

Tanith Lee, Diciembre de 2007 (traducción al español por Sluagh)



Dicen que cada persona es un mundo, y no podría estar más de acuerdo. Pero no sólo coincido en que cada persona es en sí, como un mundo a parte: compleja, vasta y singular, sino también en el sentido de que cada persona vive en un mundo distinto. El lugar en que residimos, las actividades que realizamos, nuestra manera de pensar y de ver las cosas, lo que sabemos y lo que desconocemos... todo eso determina nuestra forma de ver el mundo, haciendo que nuestro mundo, aquel que vemos y en el que vivimos, sea único y particular, distinto al de cualquier otro individuo.

Si pienso que la contaminación es un problema importante, viviré en un mundo contaminado, encaminado a un futuro preocupante. Si no presto atención al medioambiente, la contaminación apenas existirá para mí, en mi mundo sólo habrá polución cuando un tubo de escape me tosa en la cara. Si tengo miedo de la delincuencia, el mundo será un lugar peligroso, con calles repletas de peligros ocultos, donde los desconocidos son enemigos en potencia. Si estoy enamorado, el mundo será un lugar maravilloso, quizá no perfecto, pero abierto a la esperanza en el peor de los casos. Si estoy deprimido, el mundo será un lugar triste y solitario, incapaz de cambiar si no es para peor. Según los libros que lea, mi mundo habrá comenzado con una gran explosión o con una Primera Palabra. Si el dinero y la salud no me faltan, el mundo no será un lugar difícil. Si carezco de alguna de estas cosas, el mundo será un lugar complicado, plagado de obstáculos y penalidades.

Personas distintas, mundos distintos. Si dos individuos tienen mucho en común, sus mundos serán parecidos, pero siempre serán diferentes, pues sus perspectivas y atenciones nunca son iguales.
¿Qué tenemos entonces? Millones de personas que caminan juntas, que se comunican unas con otras, directamente, cara a cara; pero cada una de ellas vive en un mundo distinto, con sus propias reglas e interpretaciones.
Una situación complicada. ¿Cómo predecir el impacto de nuestras palabras, de nuestras acciones, si cuando salen de nuestro mundo y entran en el de otro, pasan a ser algo distinto?
Lo que para uno es cierto, para otro no; lo que es bueno para uno, es malo para otro; lo que para uno es evidente, para el otro pasa desapercibido; lo que para uno ocurre todos los días, para otra persona ni siquiera existe.
Si deseamos vivir no sólo en nuestro propio mundo, sino también en el de los demás, debemos aprender a mirar en los mundos de otras personas. Explorar sus paisajes, estudiar sus perspectivas, comprender sus puntos de vista. Si no lo hacemos así, estaremos limitados a vivir en nuestro propio mundo, ajenos a lo que ocurre en el de los demás, y sobre todo, ignorantes a los cambios que realizamos en todos esos otros mundos y sus habitantes.
Por otro lado, sería una pena limitarse a un único mundo cuando podemos asomarnos a infinidad de ellos nada más que interesándonos en otras personas. Cada uno de los desconocidos transeúntes, de las personas que nos rodean, nos brinda la oportunidad de conocer un paisaje, único, distinto, irrepetible, singular.

Pero si lo que una persona ve y la manera en que lo ve, determina su mundo, aquello que no ve, también define su realidad. "Ojos que no ven, corazón que no siente", dice el refrán... No sé si un árbol que cae en la soledad del bosque hace ruido, pero lo que sí sé es que si nadie lo escucha caer, nadie acudirá a ponerlo en pie. Aquello que no vemos, que desconocemos, no existe en nuestro mundo, pero puede hacerlo en el de otros, y lo haría también en el nuestro si ampliamos nuestra perspectiva. Igualmente, lo que en nuestro mundo es evidente, puede ser invisible para otros. A veces, es tan importante la existencia de algo, como su conocimiento, pues algo que no es conocido por alguien, en ocasiones es como si no existiera en el mundo de esa persona.

Un libro que no se lee, no es más que un espacio opaco en la librería.
Una sonrisa que no se contempla, no puede alegrarnos el día.
Una persona sin nombre, no es más que otro más en la multitud.
Un dolor que no se siente, no nos causa malestar alguno ni nos enseña ninguna lección.
Un problema que se desconoce, no puede solucionarse.
Una disculpa que no se percibe, no alivia ningún rencor.
Un camino que se desconoce, no puede ser tenido en cuenta.
Un paquete que no llega a su destino, para el destinatario es como si nunca hubiera sido enviado.
Una palabra que no se pronuncia... ni siquiera es nada.

Determina lo que alguién conoce, y condicionarás su mundo. Amplia tu campo de visión, ensancha tus horizontes, y tu mundo será más grande, más complejo pero más lleno de posibilidades. Ignora una cosa, y puede que no exista para ti, pero lo hará para los demás. Y si quieres enviar algo a otros mundos, a otras personas, piensa bien el camino que debe tomar, envuélvelo con cuidado, para que no se pierda durante el viaje; pues puede que parta de tu mundo, donde su significado es evidente, pero el destinatario está en otro, y recuerda que en otros mundos, las señas, los lenguajes y las direcciones, quizá sean diferentes.

Ver la letra de "All is full of love


All is full of love

Todo está lleno de amor
you'll be given love
te será dado amor
you'll be taken care of
cuidarán de ti
you'll be given love
te será dado amor
you have to trust it
tienes que confiar en ello

maybe not from the sources
quizá no desde las fuentes
you have poured yours
que habías considerado como tuyas
maybe not from the directions
quizá no desde las direcciones
you are staring at
a las que estás mirando

trust your head around
vuelve tu cabeza a tu alrededor
it's all around you
está todo a tu alrededor
all is full of love
todo está lleno de amor
all around you
a todo tu alrededor

all is full of love
todo está lleno de amor
you just aint receiving
simplemente no estás recibiendo
all is full of love
todo está lleno de amor
your phone is off the hook
tu teléfono está descolgado
all is full of love
todo está lleno de amor
your doors are all shut
tus puertas están todas cerradas
all is full of love!
¡todo está lleno de amor!

all is full of love
todo está lleno de amor
all is full of love
todo está lleno de amor
all is full of love
todo está lleno de amor
all is full of love
todo está lleno de amor
all is full of love
todo está lleno de amor
...
...

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24 junio, 2008

Allegro Non Troppo

Hace bastantes años, ví por azar en la televisión una película de animación inspirada en varias piezas de música clásica. No se trataba de Fantasía, y aunque la animación quizá no disponía de un presupuesto tan cuantioso, no era menos interesante. Es más, trataba temas e imágenes que la anterior, al estar destinada a un público ambiciosamente amplio, era incapaz de tocar.
El título de la película entonces no lo supe, pero hoy, de nuevo gracias a Internet, he podido averiguarlo. Se trata de Allegro Non Troppo, una producción italiana de 1977. El tono medio de los cortos de animación que componen la película es bastante adulto, con temáticas tristes, críticas o incluso eróticas. De la misma manera que cambia la temática de los cortos también lo hace el estilo de dibujo empleado por el director, Bruno Bozzetto. Las piezas que inspiran los distintos fragmentos de la película son las siguientes:
  1. "Bolero" de Ravel (en Youtube en dos partes, Primera y Segunda)
  2. "Prélude à l'après-midi d'un faune" de Debussy
  3. "Slavian Dance" de Antonín Dvorák
  4. "Valse Triste" de Sibelius
  5. "The Firebird" de Stravinsky
  6. "Concert in C-dur" de Vivaldi
Os dejo con el "Vals triste" de Sibelius y el "Bolero" de Ravel, mis dos cortos favoritos de la película. El resto podéis verlos en Youtube a través de los enlaces que he puesto más arriba.

Vals triste de Sibelius


Bolero de Ravel, parte 1


Bolero de Ravel, parte 2

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17 junio, 2008

Volver

Hay lugares a los que volvemos una y otra vez. Unas veces, las menos, físicamente; la mayoría, con el pensamiento. Lugares que mientras no pisamos, gustamos de volver la vista hacia ellos, ya sea paseando por nuestra memoria o trazando planes para el futuro.
Juan Ramón Jiménez tenía Moguer, al igual que Yeats su pacífico Innisfree. Los reyes antiguos, cuando podían, dejaban el tumulto de palacio en pos de Babia, al igual que Napoleón soñaba desde Elba con volver a su trono y sus conquistas.
No todos habitamos los mismos sitios ni volvemos la vista hacia los mismos lugares. Hay quien lleva el hogar en el corazón, y mientras pasa el día en la oficina, recuerda la sonrisa de su amada o se pregunta qué le contarán sus hijos cuando regrese. Otros, por el contrario, vuelven a casa con la jornada en la cabeza, y durante la noche, anticipan el trabajo del día siguiente.
¿Qué lugar es el hogar y cuál la lejanía? ¿Qué suelo añoramos pisar y qué espacio habitamos por obligación? Esto es algo que depende de cada uno.
Todos recorremos multitud de lugares, pero sólo uno de esos lugares nos acompaña siempre en nuestra mente, sólo a uno de esos lugares es al que regresamos, al resto simplemente vamos.
Hay personas que abandonan el trabajo para regresar a su casa, mientras que otras dejan su casa para volver al trabajo. Cada uno tenemos nuestro centro, nuestro eje, que define desde dónde miramos en unas ocasiones y hacia dónde volvemos la vista en otras. Un punto de referencia que aunque a veces nos limite, nos da perspectiva y propósito.
Como una cometa cuya cuerda la mantiene atada al suelo y a la vez la permite volar.
Como una tierra húmeda en la que hundir las raíces o un Sol hacia el que estirar las ramas.

A veces estos lugares cambian, se alternan e intercambian posiciones. Lo añorado se vuelve realidad, y la realidad, al tenerla en nuestras manos, se hace menos deseable que lo que tuvimos antes.
Como el marino que añora la patria mientras navega hacia tierras lejanas, y al volver a casa, comienza a echar de menos la compañía de las olas y la visión de costas extrañas.
Esta alternancia, este aparentemente caprichoso devenir de la voluntad, aunque parezca una muestra de futilidad o inconsistencia, puede ser beneficioso y enriquecedor. Un vino del que se bebe constantemente, por muy delicioso y fragante que sea, puede acabar volviéndose como agua al paladar.
Pero no sólo eso, no sólo la rutina difumina nuestra percepción de las cosas, los deseos también tienen una vida limitada. Un deseo que se mantiene mucho tiempo sin satisfacer acaba tornándose en frustración o melancolía, mientras uno que se sacia constantemente, desaparece, sin más, entre lo cotidiano. Por eso perseguimos unos deseos mientras guardamos otros más desgastados por el uso, esperando pacientemente a que recuperen su brillo y puedan tomar de nuevo el relevo en nuestra mente.
Como la golondrina que busca el fresco del Norte en verano y acude a la calidez del Sur en invierno.
Como la tierra sin cultivar, que descansa bajo el barbecho, imaginando la cosecha de la siguiente estación.

Los pies en un lugar y la vista en otro. La mayor parte del tiempo la vista reposa en lo que llamamos hogar. Muchas veces incluso, pies y ojos descansan allí, reunidos, satisfechos; en calma por encontrarse ambos en el mismo lugar. Pero incluso allí, en el hogar, a veces surge la inquietud y la mirada se posa en otro sitio y los pies emprenden camino hacia allí.
Entonces, el hogar se refugia de nuevo en nuestro corazón y vuelve a ser punto de partida y de futuro retorno, pues ¿qué sería del laberinto sin una salida? ¿qué sería del recorrido sin un hilo de Ariadna para deshacer lo andado? ¿que sería de cualquier camino sin un origen, sin un principio?

Así, de nuevo mis pies están en el laberinto.
Es un regreso, pero al igual que todos los regresos, lo es sólo en cuanto aquí y ahora, pues como todo lo relacionado con lugares y caminos, la idea de regreso es relativa, y mi mirada nunca dejó de estar aquí.



The Anchor Song
La Canción Ancla

I live by the ocean
Vivo junto al océano
And during the night
Y por la noche
I dive into it
Me zambullo en él
Down to the bottom
Hasta el fondo
Underneath all currents
Bajo todas las corrientes
And drop my anchor
Y suelto mi ancla
This is where I´m staying
Aquí es donde me quedo
This is my home
Este es mi hogar

Del disco Debut de Björk.

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04 febrero, 2008

Ausencias

A veces me ausento por un tiempo y el laberinto se queda desatendido.
Y eso no está bien.
El eco vaga por los pasillos, buscando sonidos que replicar; las arañas tejen en los rincones engañosos hilos de Ariadna para los insectos; y algún visitante se extravía en busca de nuevos corredores. Menos mal que los minotauros son dóciles y permiten que las visitas dejen grafitis en las paredes, para que los lea a la vuelta.

Por suerte, todo aquello capaz de dejar una ausencia, está siempre presente. Nunca es cero, nunca es nada, sino una ausencia. El deseo de que vuelva, dentro de una fina caja de recuerdos.

A todos aquellos capaces de dejar una ausencia, esta canción.



Unravel
Desenredar

While you are away
Mientras estás lejos
My heart comes undone
Mi corazón se deshace
Slowly unravels
Lentamente se desenreda
In a ball of yarn
En una bola de lana
The devil collects it
El diablo lo recoge
With a grin
Con una sonrisa
Our love
Nuestro amor
In a ball of yarn
En una bola de lana
He'll never return it
Él nunca lo devolverá
So when you come back
Así que cuando vuelvas
We'll have to make new love
Tendremos que hacer amor nuevo
He'll never return it
Él nunca lo devolverá
When you come back
Cuando vuelvas
We'll have to make new love
Tendremos que hacer amor nuevo

While you are away
Mientras estás lejos
My heart comes undone
Mi corazón se deshace
Slowly unravels
Lentamente se desenmaraña
In a ball of yarn
En una bola de lana
The devil collects it
El diablo lo recoge
With a grin
Con una sonrisa
Our love, our love,
Nuestro amor, nuestro amor
In a ball of yarn
En una bola de lana

He'll never return it
Él nunca lo devolverá
When you come back
Cuando vuelvas
We'll have to make new love
Tendremos que hacer amor nuevo
He'll never return it
Él nunca lo devolverá
When you come back
Cuando vuelvas
We'll have to make new love
Tendremos que hacer amor nuevo
He'll never return it
Él nunca lo devolverá

When you come back
Cuando vuelvas
We'll have to make new love
Tendremos que hacer amor nuevo

Björk, de su disco Homogenic

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24 enero, 2008

Más allá de las fronteras

Una vez escuché que el mundo necesita límites, fronteras. Pero no en el sentido de barreras, sino queriendo decir que es necesario un lugar más allá de las fronteras.
A veces el mundo en que vivimos es demasiado complejo, cargado de pasados y normas, de cosas que nos son ajenas o lo que es peor, empeñadas en implicarse con nosotros. Cuando la tierra está demasiado poblada de raíces, es momento de buscar un lugar despejado donde pueda arraigar nuestra semilla. Cuando la sociedad es un puzzle ya terminado, en el que sólo queda sitio para unas determinadas piezas, es hora de marchar a un tablero más despejado.
Una tierra virgen, un espacio libre donde partir de cero y ser nosotros mismos o poder inventarnos un nuevo yo. Un lugar donde no sea necesario encajar con nada más, donde la forma de nuestra pieza no resulte extraña.

Las personas han hecho esto desde tiempos inmemoriales. A veces buscando un lugar más próspero, otras huyendo de algo y algunas simplemente en busca de la oportunidad de partir de cero. Desde nuestra cuna ancestral hemos ido poblando los distintos rincones del mundo, aunque algunos lugares permanecieron vírgenes más tiempo que otros. Durante una época, Australia y América se convirtieron en la válvula de escape de Europa, demasiado antigua y congestionada para algunos. Emprendedores e inadaptados marcharon o fueron enviados allí, a las tierras "vírgenes", a formar algo nuevo. Incluso América del Norte, la "última frontera", acabó por convertirse también en parte del mundo y creó otra última frontera, el Salvaje Oeste. Así, la última forntera, el límite de la sociedad y la civilización fue empujado cada vez más hacia occidente, hasta tocar la costa oeste del continente americano. Ya no era posible avanzar más. Hay quien dice que todo lo extraño de Estados Unidos tiende a acumularse en la costa oeste, como si rodadara por una empinada cuesta invisible de normalidad decreciente que quizá acabe en Nevada, Alaska o California. Y puede que sea verdad, pues es en California donde existen ciudades como San Francisco o Los Ángeles. Y no es en otro estado sino en Nevada donde se levantó Las Vegas o donde todos los años, multitud de personas dispares se reunen para prender fuego a un hombre hecho de madera, en una celebración llamada Burning Man.

Pero, si todas las fronteras se tocan, y ya no queda ningún espacio entre ellas ¿qué ocurrirá? Cuando todos los rincones del planeta formen parte del mundo, del mundo de las personas me refiero, de las llamadas civilización y sociedad ¿a dónde partirán los buscadores, los soñadores, los inadaptados? ¿habrá un lugar donde plantar nuevas semillas? ¿o perecerán todas en una tierra demasiado sofocada por árboles milentarios como para poder albergar brotes nuevos? Algunos dirán que el espacio, los lugares más allá de nuestro viejo planeta, es la nueva última frontera, pero ¿podremos esperar lo suficiente, hasta que la ciencia nos abra esa frontera?

Puede que este problema no sea nuevo en realidad, que sea antiguo, muy antiguo y se solucionara ya en el pasado al igual que se sigue haciendo en el presente. Pues ha habido personas, que sin marcharse a tierras lejanas, han explorado nuevo mundos, abierto fronteras y pisado terrenos que nadie había hollado antes. Puede que esas tierras lejanas no estuvieran en ningún mapa, que esos mundos no fueran físicos sino mundos de posibilidades y que esos terrenos no estuvieran en otra parte salvo en la mente. Cuando el cuerpo no puede abrirse paso, lo hace el espíritu. Cuando el mundo en que vivimos no deja posibilidad a algo, en vez de buscar un nuevo mundo podemos crear una nueva posibilidad, y puede que esa posibilidad, aunque sólo exista en un poema, un libro o un panfleto, acabe por abrirse paso en el mundo un día.
Hay quien en busca de su hogar, explora una nueva tierra en el mundo del pensamiento. Y aunque parezca extraño, esa tierra a veces ya está poblada y encuentra allí gentes semejantes, que buscan lo mismo o al menos, buscan de la misma manera. Es así como se crean mundos dentro del mundo, sociedades dentro de la sociedad, culturas dentro de la cultura. Nuevas fronteras donde, si no los soñadores, al menos sí viven los sueños.
Lugares como este que visitas. Buscadores como tú, como nosotros.

Así que, bienvenido a tu nuevo mundo, nuestro mundo más allá de las fronteras.



I am Going to the West
Me marcho al Oeste
In this fair land, I’ll stay no more
En esta tierra llana, no voy a quedarme
Here labor is in vain
Aquí el trabajo es en vano
I’ll seek the mountains far away
Buscaré las montañas en la lejanía
And leave the fertile plain
Y dejaré el fértil llano
Where waves of grass in oceans roll
Donde olas de hierba en océanos ruedan
Into infinity
Hacia el infinito
I stand ready on the shore
Aguardo preparada en la orilla
To cross the inland sea
Para cruzar el mar entre tierras
I am going to the West
Me marcho al Oeste

Chorus
Estribillo
You say you will not go with me
Dices que no vendrás conmigo
You turn your eyes away
Apartas la mirada
You say you will not follow me
Dices que no me seguirás
No matter what I say
No importa lo que diga
I am going to the West
Me marcho al Oeste
I am going to the West
Me marcho al Oeste

I will journey to the place
Viajaré al lugar
That was shaped by heaven’s hand
Que fue moldeado por la mano del cielo
And I will build for me a bower
Y me construiré un cenador
Where angels’ footprints mark the land
Donde huellas de ángeles marcan la tierra

Where castle rocks in towers high
Donde el castillo se mece en altas torres
Kneel to valleys wild and green
Me arrodillo en valles salvajes y verdes
All my thoughts are turned to you,
Todos mis pensamientos están vueltos hacia ti,
My waking hope, my sleeping dream
Mi esperanza despierta, mi sueño durmiente
I am going to the West
Me marcho al Oeste
Chorus
Estribillo
And when sun gives way to moon
Y cuando el sol deja paso a la luna
And silver starlight fills the sky
Y plateada luz de estrellas llena el cielo
In the arms of these last hills
En los brazos de estas postreras colinas
Is where I’m bound to lie
Es donde estoy destinada a yacer

Wind, my blanket, earth, my bed
El viento, mi manta, la tierra, mi cama
My canopy, a tree
Mi dosel, un árbol
Willows by the river’s edge
Los sauces a la orila del río
Will whisper me to sleep
Me susurrarán hasta que me duerma
I am going to the West
Me marcho al Oeste
Chorus
Estribillo

Letra y Música: Connie Dover
Primer verso y estribillo adaptado de una canción popular tradicional de Alabama.
Pertenece al disco, The Border of Heaven, de Connie Dover © Taylor Park Music/Connie Dover.

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19 enero, 2008

Producción en serie

Un año termina y y nos hacemos propósitos para el nuevo año. Repasamos lo que hicimos el año pasado, todo en un momento, y vemos los errores y las cosas que hicimos pero no comprendemos por qué. Y pensamos "¿por qué hice esto? No debería ser así. Este año será distinto". Pero claro, todo aquello tuvo un cómo y un por qué, un momento en el que fue válido, salvo que ahora, al echar la vista atrás desde el presente, parece obvio que fue un error.

Y acaban las navidades, con los regalos y los excesos, y pensamos "Cuánto gasto. No debería ser así. Tengo que derrochar menos". Y entonces llegan las rebajas, y nos damos cuenta que nos vendría bien esto, o podríamos necesitar aquello, y todo está tan barato. Mejor comprar ahora, que luego nos puede hacer falta y será más caro.

Y acaban las vacaciones, con los días de descanso, y pensamos "He desperdiciado muchas oportunidades. No debería ser así. Tengo que esforzarme más". Y volvemos al trabajo o los estudios, y aunque estaría bien esforzarse más o cambiar algo, de nuevo surgen los mismos obstáculos, las mismas rutinas. Todo se vuelve tan tedioso y difícil, que no merece la pena el esfuerzo necesario para mejorarlo.

Y acaban las reuniones, los reencuentos y las escapadas, y pensamos "No he aprovechado lo suficiente mis momentos de ocio. No debería ser así. Tengo que disfrutar más". Y vuelven los fines de semana y los viernes por la noche, y estamos tan cansados. Y fulano no puede venir, o no nos apetece el plan de mengano. Y todo es tan caro o tan compliado, que es mejor quedarse en casa.

Los mismos errores, los mismos pasos y tropiezos de siempre.

Los padres crían a sus hijos y los educan, y se esfuerzan por darles un porvenir. Y piensan "No pasarán por las mismas penalidades que yo. No debería ser así. Tendrán aquello que yo no tuve".

Y les regalan cosas bonitas y les protegen de incomodidades y penalidades. Y les llevan a la universidad y les dan estudios y carreras.

Y los hijos estudian muchos años y gastan el dinero de sus padres en universidades, para tener un trabajo mejor y ganar el dinero que no ganaron sus padres.

Y los hijos se esfuerzan y crecen y se convierten en hombres y mujeres mientras esperan a ser adultos. Esperan mucho tiempo para tener un trabajo, aunque estudiaron más que sus padres. Ahorran mucho para comprar una casa y un coche, aunque sus trabajos son mejores que los de sus padres.

Y les cuesta independizarse y crear una familia, y tener aquello que tuvieron sus padres, aunque sus vidas fueron planeadas para que tuvieran más cosas y fueran más felices.

Otros pasos, otros tropiezos, pero los mismos errores de siempre.

Cómo analizar el recorrido de una ola, si cuando lo completa, ya ha roto contra la orilla.
Cómo juzgar objetivamente nuestro pasado cuando lo vivimos subjetivamente.

Cómo podemos ver todos los caminos sin salirnos del que estamos recorriendo.
Cómo saber qué paisajes nos ofrecen los otros caminos si no los hemos recorrido.

Cómo puede explicarnos una gota lo que es la lluvia, si para ella las gotas no se mueven, sino que es el suelo lo que se acerca.
Cómo puede una gota saber lo que dura la lluvia cuando ella sólo cae una vez.



Little boxes
Cajitas

Little boxes on the hillside,
Cajitas en la colina,
Little boxes made of ticky-tacky,
Cajitas hechas en serie,
Little boxes, little boxes,
Cajitas, pequeñitas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
There's a green one and a pink one
Hay una verde y una rosa
And a blue one and a yellow one
Y una azul y una amarilla
And they're all made out of ticky-tacky
Y todas están hechas en serie
And they all look just the same.
Y todas parecen exactamente iguales.

And the people in the houses
Y la gente en las casas
All go to the university,
Todos van a la universidad,
And they all get put in boxes,
Y a todos los ponen en cajas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
And there's doctors and there's lawyers
Y hay doctores y hay abogados
And business executives,
Y hombres de negocios,
And they're all made out of ticky-tacky
Y todos están hechos en serie
And they all look just the same.
Y todos parecen iguales.

And they all play on the golf-course,
Y todos juegan en el campo de golf,
And drink their Martini dry,
Y beben su Martini seco,
And they all have pretty children,
Y todos tienen niños guapos,
And the children go to school.
Y los niños van al colegio.
And the children go to summer camp
Y los niños van al campamento de verano
And then to the university,
Y después van a la universidad,
And they all get put in boxes
Y a todos los ponen en cajas
And they all come out the same.
Y todos terminan igual.

And the boys go into business,
Y los chicos se dedican a los negocios,
And marry, and raise a family,
Y se casan, y crean una familia,
And they all get put in boxes,
Y a todos los ponen en cajas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
There's a green one and a pink one
Hay una verde y una rosa
And a blue one and a yellow one
Y una azul y una amarilla
And they're all made out of ticky-tacky
Y todas están hechas en serie
And they all look just the same.
Y todas parecen exactamente iguales.

"Little Boxes" es una canción de la cantautora folk estadounidense Malvina Reynolds. Obtuvo la inspiración para la canción mientras viajaba en coche con su marido y su hija por la ciudad californiana de Daly City. Esta ciudad fue planificada y construida tras la Segunda Guerra Mundial. Sus casas, de tejados planos y predominancia de ángulos rectos, son conocidas por su aspecto de caja.

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12 enero, 2008

De vuelta sin haber partido

Entre unas cosas y otras, han pasado bastantes días desde la última entrada. El comienzo de año, el aprovechar las vacaciones y la vuelta a las clases me han mantenido apartado de este rincón del mundo, o más bien no me han dejado el tiempo o la disposición necesarios para escribir algo que mereciera la pena.

Aún así, seguía estando presente. El laberinto y quienes os asomáis a él, acudían a mi mente de vez en cuando, como una ventana a otros paisajes, como una compañía silenciosa o una promesa, como un puzzle invisible o una alegría cercana, como algo que crece todos los días y sin embargo se tiene la ilusión de verlo nacer mañana, como una semilla, una semilla negra.

Feliz año a todos.

Semilla Negra

Ese beso entregado al aire es para ti
Fruta que has de comer mañana.
Guarda la semilla porque estoy en él
Y hazme crecer
En una tierra lejana

Si me llevas contigo
Prometo ser ligera como la brisa
Y decirte al oído
Secretos que harán brotar tu risa

Esos ojos detrás del cristal
Son dos negros cautivos cruzando el mar

Por la noche estaré sola en la selva,
¿qué voy a hacer
Esperando a que vuelvas?

Si me llevas contigo
Prometo ser ligera como la brisa
Y decirte al oído
Secretos que harán brotar tu risa

Yo tengo un pensamiento vagabundo,
Voy a seguir tus pasos por el mundo.

Y aunque tú ya no estás aquí
Te sentiré
Por la materia que me une a ti,
Por la materia que me une a ti,
Por la materia que me une a ti

Semilla negra, semilla negra,
Semilla negra, semilla negra...

La canción es de Radio Futura, aunque esta versión viene de manos de Marlango.

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26 diciembre, 2007

Pescando en un barril

Hace años, no recuerdo cuántos, escuché una canción. Hablaba de imágenes que inundan los sentidos, de sentimientos que colman el alma. Aunque sencilla, me pareció memorable, digna perdurar en el recuerdo o formar parte de una colección. Pero tras el final de la canción -no recuerdo si en la radio o la televisión, creo que fue en televisión- nadie mencionó el título o el nombre del autor. Sólo pude quedarme con una tormenta en el desierto y un océano somnoliento y azul.
¿Cómo iba a encontrar esa canción sin un autor o un título? ¿Qué posibilidades había de que uno de mis conocidos reconociese una canción cualquiera por un par de versos en inglés? Así, anónima, la canción fue cubierta poco a poco por el agua del devenir de los días, hundida en el barril de mi memoria. Sin embargo, como si fuese un tesoro sumergido, algo digno de ser rescatado del mar del olvido, mi mente guardó un mapa con unas pistas, un mapa que decía "como una tormenta en el desierto, como un océano somnoliento y azul".

Pasaron los años y varias veces toparon mis pensamientos con ese mapa, pero la canción seguía perdida en el océano del mundo, y sin ninguna pista más, volví a guardar el mapa todas aquellas veces. Hasta que un día, la misma persona miró el mismo mapa sobre el mismo tesoro, salvo que esta vez, había algo de lo que no disponía las otras veces. Quizá pareciera algo prosaico, excesivo, demasiado directo quizá, pero era perfectamente capaz de encontrar la canción dentro del océano del mundo, de rescatarla del fondo de la memoria. No se trataba de otra cosa más que de lo que te permite leer esta historia, de internet.
Un par de frases en un buscador, visitar una página y ahí estaba la canción, el tesoro hundido. Fue tan fácil, tan rápido. Quizá incluso demasiado fácil, pues a menudo el valor de las cosas depende de lo que nos cueste conseguirlas. Cruzar el océano del mundo, sondear el mar de la memoria... y sin embargo fue, como pescar en un barril.

O quizá internet no sea prosaico, sino un milagro tan cotidiano, que ya no nos damos cuenta.

Pero en fin, aquí está el tesoro y pese a lo rápido de la captura, creo que tiene valor por sí mismo. El orfebre, ahora tiene nombre y se llama John Denver. El nombre de la persona a quien se dedica la canción, debe estar hundido en otro barril.



Annie´s Song
La canción de Annie

You fill up my senses
Tú colmas mis sentidos
like a night in the forest
como una noche en el bosque
like the mountains in springtime,
como las montañas en primavera,
like a walk in the rain
como un paseo bajo la lluvia
like a storm in the desert,
como una tormenta en el desierto,
like a sleepy blue ocean
como un océano somnoliento y azul
you fill up my senses,
tú colmas mis sentidos
come fill me again.
ven lléname otra vez.

Come let me love you,
Ven déjame amarte,
let me give my life to you
déjame darte mi vida
let me drown in your laughter,
déjame ahogarme en tu risa,
let me die in your arms
déjame morir en tus brazos
let me lay down beside you,
déjame yacer a tu lado,
let me always be with you
déjame estar siempre contigo
come let me love you,
ven déjame amarte,
come love me again.
ven ámame otra vez.

You fill up my senses
Tú colmas mis sentidos
like a night in the forest
como una noche en el bosque
like the mountains in springtime,
como las montañas en primavera,
like a walk in the rain
como un paseo bajo la lluvia
like a storm in the desert,
como una tormenta en el desierto,
like a sleepy blue ocean
como un océano somnoliento y azul
you fill up my senses,
tú colmas mis sentidos
come fill me again.
ven lléname otra vez.




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18 diciembre, 2007

Muñecas rusas


Es curioso cómo a veces las cosas más insignificantes, los objetos más pequeños, encierran largas historias o multitud de detalles insospechados.

Una colcha bordada por tres generaciones de mujeres.

Una bicicleta de paseo para damas que refleja la moralidad de su época.

Una foto de fin de curso que retrata a decenas de alumnos.

Cosas que son como ventanas a algo mayor, a historias, a épocas, a lugares, mucho más grandes que ellas.

Una moneda traída de la India que recuerda todo un viaje.

Un cuadro de una muchacha tendida en un jardín que es ejemplo de una escuela de pintura llamada pre-rafaelita.

Un disco de un grupo, titulado "5658" por los días entre su primer y último concierto, fruto de la trayectoria de todos sus integrantes.

Dicen que el mundo está conectado, que el Todo está contenido en cada una de las partes.

Un muñeco de plástico, hecho con el petróleo nacido de los desconocidos dinosaurios y con el rostro del protagonista del último videojuego de moda.

La consigna de un agitador, resultado del devenir de su época y germen de la siguiente.

Un libro de texto, en el que una niña estudia la historia de toda una humanidad de la que ella misma forma parte.

Es como si el mundo fuera una muñeca rusa en la que cada una de las diminutas muñecas que encierra contuviera a su vez a la más grande. Como un caldero hirviente en el que somos a la vez los ingredientes y el guiso.
Un libro en el que somos personajes y escritores en la misma página.



Os dejo con un relato de William Gibson, "Fragmentos de una rosa holográfica".

Leer el relato



Fragmentos de una rosa holográfica

William Gibson

Aquel verano Parker tenía problemas para dormir.

Había bajas de tensión en la red; las súbitas caídas del delta-inductor lo hacían volver en sí dolorosamente.

Para evitar esas caídas, usaba trozos de cable, pinzas minúsculas y cinta negra que conectaban el inductor a una consola de PSA. La pérdida de corriente en el inductor activaba el circuito de la consola.

Compró una cinta de PSA que comenzaba con el sujeto dormido en una playa tranquila. La cinta había sido grabada por un joven yogui rubio con visión de 20—20 y un sentido del color anormalmente agudo. El muchacho había sido embarcado en un vuelo a Barbados con el único propósito de dormir una siesta y hacer los ejercicios matinales en un brillante tramo de playa privada. En la lámina de la microficha del estuche transparente se explicaba que el yogui podía pasar en cualquier momento de alfa a delta sin un inductor. Parker, que no lograba dormir sin inductor desde hacía dos años, se preguntó si aquello era posible.

Sólo una vez había logrado pasar la cinta entera, aunque a estas alturas ya conocía todas y cada una de las sensaciones de los primeros cinco minutos subjetivos. Creía que la parte más interesante de la secuencia era un ligero error de edición al comienzo de la complicada rutina respiratoria: una fugaz toma de la playa blanca que recogía la figura de un guardia haciendo la ronda a lo largo de una cerca de alambre; llevaba una pistola negra de repetición apoyada en el brazo.

Mientas Parker dormía, las redes de la ciudad se vaciaron de corriente.

La transición de delta a delta-PSA era una oscura implosión, como entrando en otra carne. La familiaridad amortiguaba el choque. Sintió la arena fría bajo los hombros. La brisa de la mañana le hizo aletear en los tobillos el ruedo de los sufridos téjanos. El muchacho no tardaría en despertar, y empezaría con su Ardha-Matysendra-etcétera; con otras manos, Parker buscó a tientas la consola de PSA en la oscuridad.

Las tres de la mañana.

Preparándote una taza de café en la oscuridad, usando una linterna al verter el agua hirviente.

El sueño grabado de la mañana se desvanece: a través de otros ojos, el oscuro penacho de un carguero cubano se confunde con el horizonte que navega, surcando la pantalla gris de la mente.

Las tres de la mañana.

Deja que ayer se ordene a tu alrededor en planas imágenes esquemáticas. Lo que dijiste; lo que ella dijo; mirándola empacar; llamando el taxi. Como quiera que las barajes, siempre forman el mismo circuito impreso, jeroglíficos que convergen en un componente central: tú, de pie bajo la lluvia, gritando al taxista.

La lluvia era amarga y acida, casi del color de la orina. El taxista te llamó imbécil; tú igual tuviste que pagar tarifa doble. Ella llevaba tres maletas. Con el respirador y las gafas, el hombre parecía una hormiga. Se alejó pedaleando bajo la lluvia. Ella no miró hacia atrás.

Lo último que viste de ella fue una hormiga gigante haciéndote un corte de mangas.

La primera vez que Parker vio una unidad PSA fue en un barrio de chabolas de Texas llamado la Jungla de Judy.

Era una consola enorme revestida de barato plástico cromado. Meter un billete de diez dólares en la ranura te proporcionaba cinco minutos de atletismo en la ingravidez de un spa orbital suizo, perihelios de veinte metros con una modelo de Vogue de dieciséis años: cosas apasionantes tratándose de la Jungla, donde era más fácil conseguir una pistola que un baño caliente.

Un año después estaba en Nueva York con documentos falsos. Entonces, dos empresas líderes acababan de llevar las primeras consolas portátiles a las principales tiendas, justo a tiempo para la Navidad. Las salas de PSA pomo, de breve apogeo en California, nunca se recuperaron.

También había llegado la holografía, y las cúpulas de Fuller de una manzana de ancho que habían sido los templos holográficos de la infancia de Parker eran ahora supermercados de varias plantas, o albergaban polvorientas videogalerías donde aún se podía encontrar las viejas consolas que bajo lánguidas luces de neón anunciaban la percepción sensorial aparente a través de la neblina azul del humo de los cigarrillos.

Ahora Parker tiene treinta años y escribe guiones para emisiones de PSA, programando los movimientos oculares de las cámaras humanas de la industria.

La caída de tensión continúa.

En la habitación, Parker pincha la superficie de aluminio pulido del despertador Sendai. La luz testigo titila, se apaga. Café en mano, camina hasta el armario que ella vació la víspera. El haz de la linterna sondea los anaqueles desnudos buscando pruebas de amor, encuentra la tira de cuero de una sandalia rota, una cinta de PSA y una postal. La postal es el holograma del reflejo, en luz blanca, de una rosa.

En el fregadero, mete la tira de la sandalia en la máquina de desperdicios. Lenta a causa de la caída de energía, la trituradora se queja, pero traga y digiere. Sujetándolo cuidadosamente entre el índice y el pulgar, baja el holograma hacia las ocultas mandíbulas giratorias. La máquina emite un chillido cuando los dientes de acero rasgan el laminado plástico, y la rosa queda desmenuzada en mil fragmentos.

Luego Parker se sienta en la cama sin hacer, fumando. La cinta está en la consola, lista para empezar. Algunas cintas de mujeres lo desconciertan, pero duda de que sea ésa la razón por la que ahora vacila en encender la máquina.

Aproximadamente una cuarta parte del total de usuarios de PSA son incapaces de asimilar cómodamente la imagen corporal subjetiva del sexo opuesto. Con los años, algunas estrellas del medio PSA se han ido haciendo progresivamente andróginas a fin de captar este segmento de la audiencia.

Sin embargo, las cintas de Angela nunca lo habían intimidado. (Pero, ¿y si ha grabado a un amante?) No, no puede ser por eso: es sólo que la cinta es una verdadera incógnita.

Cuando Parker tenía quince años, sus padres le consiguieron un puesto de aprendiz en la sucursal norteamericana de una empresa de plásticos japonesa. En aquel entonces se sintió afortunado: el índice de aspirantes a aprendiz era enorme. Durante tres años vivió con su grupo en una residencia, cantando cada mañana, en formación, los himnos de la empresa, y por lo general arreglándoselas para saltar la cerca al menos una vez al mes, para buscar chicas o ir al holódromo.

El aprendizaje habría terminado al cumplir su vigésimo aniversario, con lo cual habría quedado como candidato a la condición de empleado con contrato. Una semana antes de cumplir los diecinueve, con dos tarjetas de crédito robadas y una muda de ropa, saltó la cerca por última vez. Llegó a California tres días antes de la caída del caótico régimen neosecesionista. En San Francisco, grupos de vándalos gobernaban las calles. Alguno de los cuatro distintos ayuntamientos «provisionales» habían acumulado reservas de alimentos con tanta eficacia que era casi imposible conseguirlos en la calle.

Parker pasó la última noche de la revolución en un barrio incendiado de Tucson, haciendo el amor con una delgada adolescente de Nueva Jersey que le explicó los mejores aspectos de su horóscopo entre ataques de llanto casi silencioso que no parecían tener nada que ver con nada de lo que él decía o hacía.

Años más tarde, advirtió que ya no tenía la menor idea de cuál había sido el motivo original para interrumpir su aprendizaje.

Los primeros tres cuartos de la cinta han sido borrados; tecleas avance rápido a través de una neblina estática de cinta borrada, donde gusto y olor se funden en un único canal. La recepción de audio es un ruido blanco: el no-sonido del primer mar oscuro… (La recepción prolongada de sonido de una cinta borrada puede provocar alucinaciones hipnagógicas.)

Parker estaba escondido entre la maleza junto a una carretera de Nueva México, viendo cómo ardía un tanque en la autopista. Las llamas iluminaban la línea blanca quebrada que había seguido desde Tucson. La explosión se había visto a tres kilómetros de distancia, una sábana blanca de relámpago abrasador que había convertido las pálidas ramas de un árbol desnudo sobre el cielo nocturno en un negativo fotográfico de sí mismas: ramas de carbón sobre un fondo de magnesio.

Muchos de los refugiados estaban armados.

Texas debía las chabolas que humeaban bajo las cálidas lluvias del Golfo a la incómoda neutralidad que había conservado frente al intento de secesión de la Costa.

Los pueblos estaban hechos de madera terciada, cartón, láminas de plástico que ondulaban al viento, y carcasas de vehículos. Tenían nombres como Jump City y Sugaree, y gobiernos vagamente definidos y territorios que se movían constantemente con los vientos furtivos de una economía de mercado negro.

Las tropas federales y estatales enviadas para barrer los pueblos fuera de la ley rara vez encontraban algo. Pero tras cada rastreo, algunos hombres no regresaban. Algunos habían vendido sus armas y quemado sus uniformes, y otros se habían acercado demasiado al contrabando que se les había encomendado encontrar.

Pasados tres meses, Parker quiso marcharse, pero las mercancías eran los únicos salvoconductos para cruzar los cordones del ejército. La oportunidad le llegó accidentalmente: a últimas horas de una tarde, cuando bordeaba la nube de grasiento humo de cocina que flotaba sobre la Jungla, tropezó y casi cayó sobre el cuerpo de una mujer en el lecho seco de un arroyo. Las moscas se levantaron en una nube furiosa y luego volvieron a posarse, sin hacerle caso. Tenía una chaqueta de cuero, y Parker solía pasar frío por las noches. Se puso a buscar alguna rama en el lecho del arroyo.

En la espalda de la chaqueta, justo bajo el omóplato, había un orificio redondo del diámetro de un lápiz. El forro de la chaqueta había sido rojo, pero ahora estaba negro, duro y brillante de sangre seca. Con la chaqueta colgada de la punta del palo, Parker fue a buscar agua.

Nunca lavaba la chaqueta; en el bolsillo izquierdo encontró casi una onza de cocaína envuelta en plástico y cinta adhesiva transparente. El bolsillo derecho contenía quince ampollas de Megacilina-D y una navaja automática de veinticinco centímetros y mango de asta. El antibiótico valía el doble de su peso en cocaína.

Hundió la navaja hasta el mango en un tocón podrido que habían pasado por alto los leñadores de la Jungla, y dejó la chaqueta colgando allí, con las moscas revoloteando alrededor.

Aquella noche, en un bar con techo de lata corrugada, esperando a uno de los «abogados» que conseguían pases para cruzar el cordón, probó por vez primera la máquina de PSA. Era enorme, toda neón y cromo, y el dueño estaba muy orgulloso de ella: él mismo había ayudado a secuestrar el camión.

Si el caos de los noventa refleja un cambio radical en los paradigmas del alfabetismo visual, el alejamiento final de la tradición Lascaux/Gutenberg por parte de una sociedad preholográfica, ¿qué podemos esperar de esta nueva tecnología, con sus promesas de codificación discreta y subsiguiente reconstrucción de toda la gama de las percepciones sensoriales?

Roebuck y Pierhal, Historia americana reciente: Panorama de sistemas

Avance rápido por el sibilante no-tiempo de cinta borrada…

…al interior del cuerpo de ella. Luz europea. Calles de una ciudad extraña.

Atenas. Avisos en caracteres griegos y el olor a polvo…

…y el olor a polvo.

Mira por los ojos de ella (pensando, esta mujer no te ha conocido todavía; apenas has salido de Texas) hacia el monumento gris, los caballos de piedra, donde las palomas revolotean en círculo…

…y la estática se apodera del cuerpo del amor, lo deja limpio y gris. Olas de ruido blanco rompen en una playa que no está. Y termina la cinta.

Ahora la luz del inductor está encendida.

Parker yace en la oscuridad, recordando los mil fragmentos de la rosa holográfica. Un holograma tiene esta cualidad: recuperado e iluminado, cada fragmento revela la imagen completa de la rosa. Cayendo hacia delta, él mismo ve la rosa, y cada uno de sus fragmentos esparcidos revela un todo que jamás conocerá: tarjetas de crédito robadas… un barrio incendiado… conjunciones planetarias de un desconocido… un tanque ardiendo en una autopista… un chato paquete de droga… una navaja automática afilada en hormigón, fina como el dolor.

Pensando: cada uno somos fragmentos de otro, y ¿fue siempre así? Aquel instante de un viaje europeo, abandonado en el mar gris de una cinta borrada: ¿está ella más cerca ahora, o es más real, porque él haya estado allí?

Ella lo había ayudado a obtener los documentos, le consiguió el primer trabajo en PSA. ¿Era ésa la historia de ellos? No, la historia era la superficie negra del delta-inductor, el armario vacío, y la cama sin hacer. La historia era su aversión al cuerpo perfecto en el que despertaba si bajaba la tensión, su furia hacia el conductor del taxi a pedal, y la negativa de ella a mirar hacia atrás entre la lluvia contaminada.

Sin embargo, cada fragmento muestra la rosa desde un ángulo distinto, recordó, pero delta se apoderó de él y no alcanzó a preguntarse qué podía significar eso.

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