14 marzo, 2009

Visión Nocturna




Night Vision
Visión nocturna
By day give thanks
De día da gracias
By night beware
De noche ten cuidado
Half the world in sweetness
Una mitad del mundo encantada
The other in fear
La otra atemorizada
When the darkness takes you
Cuando la oscuridad te lleve
With her hand across your face
Con su mano tapándote la cara
Don't give in too quickly
No cedas enseguida
Find the thing she's erased
Encuentra las cosas que ella ha borrado
Find the line, find the shape
Encuentra la línea, encuentra la forma
Through the grain
A través del grano
Find the outline, things will
Encuentra el contorno, las cosas
Tell you their name
Te dirán su nombre

The table. the guitar
La mesa. La guitarra
The empty glass
El vaso vacío

All will blend together when
Todas se entremezclarán cuando
Daylight has passed
La luz del día se vaya
Find the line, find the shape
Encuentra la línea, encuentra la forma
Through the grain
A través del grano
Find the outline, things will
Encuentra el contorno, las cosas
Tell you their name
Te dirán su nombre


Now I watch you falling into sleep
Ahora observo cómo te sumes en el sueño
Watch your fist curl against the sheet
Observo tu puño cerrarse alrededor de la sábana
Watch your lips fall open and your eyes dim
Observo tus labios abrirse y tus ojos apagarse
In blind faith
Con fe ciega

I would shelter you
Te protegería
Keep you in light
Te mantendría a la luz
But I can only teach you
Pero sólo puedo enseñarte
Night vision
Visión nocturna
Night vision
Visión nocturna
Night vision
Visión nocturna
Suzanne Vega


Esta es quizá mi canción favorita de Suzanne Vega. Todas sus canciones tienen una cualidad muy intimista y cercana, ya sea a través de lo trivial y cotidiano o de lo profundamente emotivo, trascendente y personal.

Las buenas canciones tienen un mensaje, un significado. Puede ser explícito, o metafórico, puede ser claro y conciso o estar apenas insinuado: un mensaje abierto que cada cual puede interpretar según su entendimiento.
Esta canción es quizá una de estas últimas. Dice muchas cosas, o más bien las expresa, porque todo lo aquí dicho está contado a medias, con retazos y pinceladas, con lo que uno podría sentir como fruto de una emoción mayor, el eco de un discurso profundo, oscuro y subterráneo.

Habla sobre la noche y la oscuridad que trae una vez se ha retirado la luminosidad del día. Ese manto que lo cubre todo, que oculta el mundo de nuestra vista, dejando una uniformidad oscura y anónima, indistinguible. Donde antes había seguridad y certeza, ahora hay incertidumbre y miedo. Habla de cómo en nuestra vida la luz, en su sentido más amplio, puede dar paso a la oscuridad.

También, y quizá de una manera personal, pues no es algo explícito, la canción me hace pensar en el sueño y en la oscuridad que nos trae cada noche, después de que el día se haya ido.
El sueño, el dormir, puede significar muchas cosas para el ser humano. Ese intervalo de inconsciencia, de no-ser, esa interrupción diaria en la continuidad de nuestra existencia y memoria. Para algunos puede ser una liberación, un descanso; una tregua para la avalancha de sensaciones del día, una huida temporal de recuerdos dolorosos.
Pero lo que sugiere esta canción son los sentimientos más oscuros y aprensivos que la noche y el sueño pueden despertar en nosotros.
¿Qué nos ocurre mientras dormimos? ¿Qué trae consigo esa interrupción de nuestra consciencia? ¿Seguimos siendo el mismo tras despertar, es la misma persona la que se acuesta que la que se levanta al día siguiente? ¿O algo se ha perdido, se ha quedado atrás tras esa travesía por la negrura?
No en vano Hipnos, el Sueño, era el hermano de la Muerte para los antiguos griegos, y bajo su morada discurría el río Leteo, cuyas aguas traen el olvido.
Pero esa pequeña muerte diaria, ese pequeño sorbo de olvido puede tener su faceta beneficiosa. ¿Acaso podríamos cargar con todos los recuerdos del día, con ese equipaje que se hace cada vez más grande y pesado? Olvidar los detalles de la jornada, lo repetible y trivial de lo cotidiano puede salvar nuestra memoria de una carga innecesaria, insoportable por su tamaño, inabarcable para la mente humana. Pero otro tipo de recuerdos pueden ser también un lastre intolerable, no por su tamaño o cantidad, sino por su intensidad, demasiado ardiente y poderosa para soportarla toda la vida. Si el sueño nos quita la carga de los recuerdos innecesarios, y a la vez lima y apaga la intensidad de aquellos recuerdos demasiado dolorosos o brillantes para vivir esclavo de su éxtasis toda la vida, puede ser una gran bendición. El hoy, el aquí y ahora no puede vivirse si el ayer insiste en permanecer presente con demasiada viveza.

Pero no son estos temores, sugeridos de una forma fóbica pero hermosamente humana, lo que más me gusta de esta canción, sino el mensaje de su último fragmento, el cual, más que al sueño o la oscuridad es aplicable a los oscuros pasajes del alma en su sentido más amplio.
Y es que existe una extensión de soledad ineludible a todo ser humano. Pues, no importa cuánta gente nos ame o desee ayudarnos o protegernos, cuando llegue un tiempo de dolor, miedo, oscuridad, tristeza o sufrimiento, una de esas oscuras noches del alma, nadie podrá vivir eso por nosotros, nadie podrá ponerse en nuestro lugar y evitarnos ese sufrir, ese suplicio, ese aprender a través del dolor. Tendremos que vivirlo nosotros mismos, en primera persona y en cierto modo, completamente solos y por nuestros propios medios.
Por eso, por mucho que amemos a alguien, que queramos evitarle sufrir durante una época de oscuridad; no podemos protegerle, evitarle ese pasaje. Sólo podemos hacer una cosa: enseñarle a sobrellevar el dolor y la pérdida, enseñarle a soportar la oscuridad y a esperar la llegada de la luz.
Sólo podemos enseñarle una cosa: a ver en la oscuridad, visión nocturna, night vision.
Suzanne Vega es una cantautora estadounidense. Aunque de dilatada carrera, en España fue mayormente (y quizá exclusivamente) conocida por su exitosa canción sobre el maltrato infantil "Luka".

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11 Comments:

At 10:42 a. m., Blogger Calle Quimera said...

No puedo estar más de acuerdo contigo, Sluagh.. El sueño nos descansa el cuerpo, y la mente de punto y hora en que ayuda a soltar lastre de vivencias que, como bien dices, sería imposible cargar conforme los años van pasando.

Y en cuanto a lo que mencionabas sobre la soledad, es eso precisamente lo que creo. La soledad es parte de la naturaleza humana, porque dentro de nosotros mismos no puede haber nadie. Dentro de ti únicamente puedes habitar tú, como dentro de mí únicamente puedo habitar yo. En lo más recóndito de nosotros mismos, estamos solos. A lo máximo que podemos aspirar es a enjugar esa soledad permitiendo que otros se nos aproximen, pero nunca a hacerla desaparecer del todo. Por muy extrovertida que sea una persona, en lo esencial de ella siempre se está a solas. Las sensaciones, las emociones, los miedos, las alegrías, los pensamientos, las ilusiones, el dolor, el sufrimiento... eso únicamente es de uno. Nadie puede vivirlos y experimentarlos por nosotros.En ese sentido siempre seremos seres solitarios. Cuando te asomes a tu interior y grites, solamente podrás escuchar tu propio eco.Es que dentro de uno solamente está uno mismo. Nacemos y morimos en soledad, y, en este sentido, vivimos de la misma manera.

Pero solo en este sentido... Sí podemos aspirar a compartirlos con otras personas. Sí, podemos aspirar a tener quien “sienta CON nosotros”, pero jamás esperar que sienta "POR" nosotros.

Besos.

 
At 7:36 p. m., Anonymous Anónimo said...

Profundo pensaiento sobre la noche, la soledad, el miedo, la tristeza.
Existió una época en mi vida en la que mi cuerpo se cansó y me dio un ligero toque de atención. Nada grave.
Pero recuerdo que durante el día, la luz, los amigos hacían llevadero el tránsito.
Pero la noche...Ay, la noche, era otro cantar. En la noche, la oscuridad lo envolvía todo, y las fobias y medios afloraban por cada poro. El camino se poblaba de sombras. Cosas de la noche.

Sobre tu último párrafo es muy cierto que cada uno debe de recorrer ese camino solo, pero cuánto ayuda que alguien esté ahí por si te pierdes.
Para acabar impagable esa foto. Da pavor, es puro terror (en la noche).

 
At 6:25 p. m., Anonymous Suldu said...

Me alegra ver que has vuelto a escribir. He disfrutado mucho con tu reflexión mientras escuchaba la canción que hacía mucho que no oía.
Coincido contigo en muchos aspectos que cuentas. Sí, el río leteo nos hace olvidar, pero hay cosas que para los griegos no se pueden olvidar y esas cosas son la verdad (a-letheia "lo que no se puede olvidar). Así pues, por mucho que suframos, que tengamos que recorrer ese duro camino solos, hay cosas que nos acompañan, porque no se pueden olvidar. Quiero pensar que entre esas cosas se encuentra el amor de todos aquellos que "realmente" nos quieren, que nos quieren de "verdad", que ellos empujan nuestros pasos y nos dejan ver pequeños destellos en forma de luciérnaga o de cualquier otra manera, para que podamos volver de ese sueño (suerte de otra muerte) sin olvidar todo lo importante.
Bueno, espero no haberme marcado un rollo infumable XD. Por cierto, toma nota, llegaremos, si nada lo impide, a Murcia el sábado, y queremos verte durante los días que estemos allí (hasta el jueves probablemente).

Un abrazo.

 
At 11:38 a. m., Blogger MentesSueltas said...

Hermosisimo y profundos pensamientos. Es bello leer tanta intimidad y definiciones.
Te arbazo
MentesSueltas

 
At 2:27 a. m., Blogger Calle Quimera said...

Pasaba por aquí, y ya que estoy qué menos que dejarte un beso, por si entras...

 
At 2:02 p. m., Blogger Sluagh said...

Hola Avalon, gracias por tu saludo y por pasarte.
Llevo bastante tiempo sin actualizar, pero, aunque me acuerdo a menudo del blog y de vosotros los que pasáis por aquí, actualmente no encuentro el momento, la inspiración o las energías para añadir una entrada. Escribir en el blog, aunque un gran placer, también es algo que por diversos motivos a veces me cuesta mucho. Sin embargo, detalles como este, se agradecen y ayudan mucho.

Besos y saludos.

 
At 2:16 a. m., Blogger Calle Quimera said...

Te entiendo, Sluagh, yo tampoco ando con demasiadas ganas de blogueo, pero de vez en cuando me acerco por estos lares. Supongo que por no desconectarme del todo, en espera de mejores tiempos. Esto de los blogs debiera ser una devoción, no una obligación, ya llegarán momentos en que te apetezca.

Un besote. De vez en cuando seguiré pasando a ver si hay luz en tus ventanas. :-)

 
At 10:43 p. m., Blogger Casandra said...

Qué bonita canción, no la conocía, ha sido una buena manera de reencontrarme con este blog. Hace bastante tiempo solía pasarme. Esta canción me viene genial ahora.

 
At 11:40 a. m., Blogger Calle Quimera said...

Feliz navidad, Sluagh, y mis deseos de que todo te esté yendo todo lo bien que mereces.

Besos.

 
At 11:28 p. m., Blogger Sluagh said...

Muchas gracias por acordaros y por vuestros deseos desde Calle Quimera. Espero que estos días estén siendo felices para ti y los tuyos.

Un abrazo.

 
At 4:28 a. m., Anonymous Anónimo said...

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