24 enero, 2008

Más allá de las fronteras

Una vez escuché que el mundo necesita límites, fronteras. Pero no en el sentido de barreras, sino queriendo decir que es necesario un lugar más allá de las fronteras.
A veces el mundo en que vivimos es demasiado complejo, cargado de pasados y normas, de cosas que nos son ajenas o lo que es peor, empeñadas en implicarse con nosotros. Cuando la tierra está demasiado poblada de raíces, es momento de buscar un lugar despejado donde pueda arraigar nuestra semilla. Cuando la sociedad es un puzzle ya terminado, en el que sólo queda sitio para unas determinadas piezas, es hora de marchar a un tablero más despejado.
Una tierra virgen, un espacio libre donde partir de cero y ser nosotros mismos o poder inventarnos un nuevo yo. Un lugar donde no sea necesario encajar con nada más, donde la forma de nuestra pieza no resulte extraña.

Las personas han hecho esto desde tiempos inmemoriales. A veces buscando un lugar más próspero, otras huyendo de algo y algunas simplemente en busca de la oportunidad de partir de cero. Desde nuestra cuna ancestral hemos ido poblando los distintos rincones del mundo, aunque algunos lugares permanecieron vírgenes más tiempo que otros. Durante una época, Australia y América se convirtieron en la válvula de escape de Europa, demasiado antigua y congestionada para algunos. Emprendedores e inadaptados marcharon o fueron enviados allí, a las tierras "vírgenes", a formar algo nuevo. Incluso América del Norte, la "última frontera", acabó por convertirse también en parte del mundo y creó otra última frontera, el Salvaje Oeste. Así, la última forntera, el límite de la sociedad y la civilización fue empujado cada vez más hacia occidente, hasta tocar la costa oeste del continente americano. Ya no era posible avanzar más. Hay quien dice que todo lo extraño de Estados Unidos tiende a acumularse en la costa oeste, como si rodadara por una empinada cuesta invisible de normalidad decreciente que quizá acabe en Nevada, Alaska o California. Y puede que sea verdad, pues es en California donde existen ciudades como San Francisco o Los Ángeles. Y no es en otro estado sino en Nevada donde se levantó Las Vegas o donde todos los años, multitud de personas dispares se reunen para prender fuego a un hombre hecho de madera, en una celebración llamada Burning Man.

Pero, si todas las fronteras se tocan, y ya no queda ningún espacio entre ellas ¿qué ocurrirá? Cuando todos los rincones del planeta formen parte del mundo, del mundo de las personas me refiero, de las llamadas civilización y sociedad ¿a dónde partirán los buscadores, los soñadores, los inadaptados? ¿habrá un lugar donde plantar nuevas semillas? ¿o perecerán todas en una tierra demasiado sofocada por árboles milentarios como para poder albergar brotes nuevos? Algunos dirán que el espacio, los lugares más allá de nuestro viejo planeta, es la nueva última frontera, pero ¿podremos esperar lo suficiente, hasta que la ciencia nos abra esa frontera?

Puede que este problema no sea nuevo en realidad, que sea antiguo, muy antiguo y se solucionara ya en el pasado al igual que se sigue haciendo en el presente. Pues ha habido personas, que sin marcharse a tierras lejanas, han explorado nuevo mundos, abierto fronteras y pisado terrenos que nadie había hollado antes. Puede que esas tierras lejanas no estuvieran en ningún mapa, que esos mundos no fueran físicos sino mundos de posibilidades y que esos terrenos no estuvieran en otra parte salvo en la mente. Cuando el cuerpo no puede abrirse paso, lo hace el espíritu. Cuando el mundo en que vivimos no deja posibilidad a algo, en vez de buscar un nuevo mundo podemos crear una nueva posibilidad, y puede que esa posibilidad, aunque sólo exista en un poema, un libro o un panfleto, acabe por abrirse paso en el mundo un día.
Hay quien en busca de su hogar, explora una nueva tierra en el mundo del pensamiento. Y aunque parezca extraño, esa tierra a veces ya está poblada y encuentra allí gentes semejantes, que buscan lo mismo o al menos, buscan de la misma manera. Es así como se crean mundos dentro del mundo, sociedades dentro de la sociedad, culturas dentro de la cultura. Nuevas fronteras donde, si no los soñadores, al menos sí viven los sueños.
Lugares como este que visitas. Buscadores como tú, como nosotros.

Así que, bienvenido a tu nuevo mundo, nuestro mundo más allá de las fronteras.



I am Going to the West
Me marcho al Oeste
In this fair land, I’ll stay no more
En esta tierra llana, no voy a quedarme
Here labor is in vain
Aquí el trabajo es en vano
I’ll seek the mountains far away
Buscaré las montañas en la lejanía
And leave the fertile plain
Y dejaré el fértil llano
Where waves of grass in oceans roll
Donde olas de hierba en océanos ruedan
Into infinity
Hacia el infinito
I stand ready on the shore
Aguardo preparada en la orilla
To cross the inland sea
Para cruzar el mar entre tierras
I am going to the West
Me marcho al Oeste

Chorus
Estribillo
You say you will not go with me
Dices que no vendrás conmigo
You turn your eyes away
Apartas la mirada
You say you will not follow me
Dices que no me seguirás
No matter what I say
No importa lo que diga
I am going to the West
Me marcho al Oeste
I am going to the West
Me marcho al Oeste

I will journey to the place
Viajaré al lugar
That was shaped by heaven’s hand
Que fue moldeado por la mano del cielo
And I will build for me a bower
Y me construiré un cenador
Where angels’ footprints mark the land
Donde huellas de ángeles marcan la tierra

Where castle rocks in towers high
Donde el castillo se mece en altas torres
Kneel to valleys wild and green
Me arrodillo en valles salvajes y verdes
All my thoughts are turned to you,
Todos mis pensamientos están vueltos hacia ti,
My waking hope, my sleeping dream
Mi esperanza despierta, mi sueño durmiente
I am going to the West
Me marcho al Oeste
Chorus
Estribillo
And when sun gives way to moon
Y cuando el sol deja paso a la luna
And silver starlight fills the sky
Y plateada luz de estrellas llena el cielo
In the arms of these last hills
En los brazos de estas postreras colinas
Is where I’m bound to lie
Es donde estoy destinada a yacer

Wind, my blanket, earth, my bed
El viento, mi manta, la tierra, mi cama
My canopy, a tree
Mi dosel, un árbol
Willows by the river’s edge
Los sauces a la orila del río
Will whisper me to sleep
Me susurrarán hasta que me duerma
I am going to the West
Me marcho al Oeste
Chorus
Estribillo

Letra y Música: Connie Dover
Primer verso y estribillo adaptado de una canción popular tradicional de Alabama.
Pertenece al disco, The Border of Heaven, de Connie Dover © Taylor Park Music/Connie Dover.

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19 enero, 2008

Producción en serie

Un año termina y y nos hacemos propósitos para el nuevo año. Repasamos lo que hicimos el año pasado, todo en un momento, y vemos los errores y las cosas que hicimos pero no comprendemos por qué. Y pensamos "¿por qué hice esto? No debería ser así. Este año será distinto". Pero claro, todo aquello tuvo un cómo y un por qué, un momento en el que fue válido, salvo que ahora, al echar la vista atrás desde el presente, parece obvio que fue un error.

Y acaban las navidades, con los regalos y los excesos, y pensamos "Cuánto gasto. No debería ser así. Tengo que derrochar menos". Y entonces llegan las rebajas, y nos damos cuenta que nos vendría bien esto, o podríamos necesitar aquello, y todo está tan barato. Mejor comprar ahora, que luego nos puede hacer falta y será más caro.

Y acaban las vacaciones, con los días de descanso, y pensamos "He desperdiciado muchas oportunidades. No debería ser así. Tengo que esforzarme más". Y volvemos al trabajo o los estudios, y aunque estaría bien esforzarse más o cambiar algo, de nuevo surgen los mismos obstáculos, las mismas rutinas. Todo se vuelve tan tedioso y difícil, que no merece la pena el esfuerzo necesario para mejorarlo.

Y acaban las reuniones, los reencuentos y las escapadas, y pensamos "No he aprovechado lo suficiente mis momentos de ocio. No debería ser así. Tengo que disfrutar más". Y vuelven los fines de semana y los viernes por la noche, y estamos tan cansados. Y fulano no puede venir, o no nos apetece el plan de mengano. Y todo es tan caro o tan compliado, que es mejor quedarse en casa.

Los mismos errores, los mismos pasos y tropiezos de siempre.

Los padres crían a sus hijos y los educan, y se esfuerzan por darles un porvenir. Y piensan "No pasarán por las mismas penalidades que yo. No debería ser así. Tendrán aquello que yo no tuve".

Y les regalan cosas bonitas y les protegen de incomodidades y penalidades. Y les llevan a la universidad y les dan estudios y carreras.

Y los hijos estudian muchos años y gastan el dinero de sus padres en universidades, para tener un trabajo mejor y ganar el dinero que no ganaron sus padres.

Y los hijos se esfuerzan y crecen y se convierten en hombres y mujeres mientras esperan a ser adultos. Esperan mucho tiempo para tener un trabajo, aunque estudiaron más que sus padres. Ahorran mucho para comprar una casa y un coche, aunque sus trabajos son mejores que los de sus padres.

Y les cuesta independizarse y crear una familia, y tener aquello que tuvieron sus padres, aunque sus vidas fueron planeadas para que tuvieran más cosas y fueran más felices.

Otros pasos, otros tropiezos, pero los mismos errores de siempre.

Cómo analizar el recorrido de una ola, si cuando lo completa, ya ha roto contra la orilla.
Cómo juzgar objetivamente nuestro pasado cuando lo vivimos subjetivamente.

Cómo podemos ver todos los caminos sin salirnos del que estamos recorriendo.
Cómo saber qué paisajes nos ofrecen los otros caminos si no los hemos recorrido.

Cómo puede explicarnos una gota lo que es la lluvia, si para ella las gotas no se mueven, sino que es el suelo lo que se acerca.
Cómo puede una gota saber lo que dura la lluvia cuando ella sólo cae una vez.



Little boxes
Cajitas

Little boxes on the hillside,
Cajitas en la colina,
Little boxes made of ticky-tacky,
Cajitas hechas en serie,
Little boxes, little boxes,
Cajitas, pequeñitas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
There's a green one and a pink one
Hay una verde y una rosa
And a blue one and a yellow one
Y una azul y una amarilla
And they're all made out of ticky-tacky
Y todas están hechas en serie
And they all look just the same.
Y todas parecen exactamente iguales.

And the people in the houses
Y la gente en las casas
All go to the university,
Todos van a la universidad,
And they all get put in boxes,
Y a todos los ponen en cajas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
And there's doctors and there's lawyers
Y hay doctores y hay abogados
And business executives,
Y hombres de negocios,
And they're all made out of ticky-tacky
Y todos están hechos en serie
And they all look just the same.
Y todos parecen iguales.

And they all play on the golf-course,
Y todos juegan en el campo de golf,
And drink their Martini dry,
Y beben su Martini seco,
And they all have pretty children,
Y todos tienen niños guapos,
And the children go to school.
Y los niños van al colegio.
And the children go to summer camp
Y los niños van al campamento de verano
And then to the university,
Y después van a la universidad,
And they all get put in boxes
Y a todos los ponen en cajas
And they all come out the same.
Y todos terminan igual.

And the boys go into business,
Y los chicos se dedican a los negocios,
And marry, and raise a family,
Y se casan, y crean una familia,
And they all get put in boxes,
Y a todos los ponen en cajas,
Little boxes, all the same.
Cajitas, todas iguales.
There's a green one and a pink one
Hay una verde y una rosa
And a blue one and a yellow one
Y una azul y una amarilla
And they're all made out of ticky-tacky
Y todas están hechas en serie
And they all look just the same.
Y todas parecen exactamente iguales.

"Little Boxes" es una canción de la cantautora folk estadounidense Malvina Reynolds. Obtuvo la inspiración para la canción mientras viajaba en coche con su marido y su hija por la ciudad californiana de Daly City. Esta ciudad fue planificada y construida tras la Segunda Guerra Mundial. Sus casas, de tejados planos y predominancia de ángulos rectos, son conocidas por su aspecto de caja.

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12 enero, 2008

De vuelta sin haber partido

Entre unas cosas y otras, han pasado bastantes días desde la última entrada. El comienzo de año, el aprovechar las vacaciones y la vuelta a las clases me han mantenido apartado de este rincón del mundo, o más bien no me han dejado el tiempo o la disposición necesarios para escribir algo que mereciera la pena.

Aún así, seguía estando presente. El laberinto y quienes os asomáis a él, acudían a mi mente de vez en cuando, como una ventana a otros paisajes, como una compañía silenciosa o una promesa, como un puzzle invisible o una alegría cercana, como algo que crece todos los días y sin embargo se tiene la ilusión de verlo nacer mañana, como una semilla, una semilla negra.

Feliz año a todos.

Semilla Negra

Ese beso entregado al aire es para ti
Fruta que has de comer mañana.
Guarda la semilla porque estoy en él
Y hazme crecer
En una tierra lejana

Si me llevas contigo
Prometo ser ligera como la brisa
Y decirte al oído
Secretos que harán brotar tu risa

Esos ojos detrás del cristal
Son dos negros cautivos cruzando el mar

Por la noche estaré sola en la selva,
¿qué voy a hacer
Esperando a que vuelvas?

Si me llevas contigo
Prometo ser ligera como la brisa
Y decirte al oído
Secretos que harán brotar tu risa

Yo tengo un pensamiento vagabundo,
Voy a seguir tus pasos por el mundo.

Y aunque tú ya no estás aquí
Te sentiré
Por la materia que me une a ti,
Por la materia que me une a ti,
Por la materia que me une a ti

Semilla negra, semilla negra,
Semilla negra, semilla negra...

La canción es de Radio Futura, aunque esta versión viene de manos de Marlango.

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